Observen a su hijo y busquen cambios repentinos y duraderos de salud o comportamiento. Es importante que su hijo acuda al médico si tiene síntomas repentinos que no desaparecen. Informen a su pediatra si creen que su hijo puede tener cáncer. Hagan una lista de los síntomas y por qué consideran que puede ser cáncer. Confíen en su instinto y colaboren con su médico, basándose en lo bien que conocen a su hijo y la experiencia de su médico para proteger la salud de su hijo.
Quizás si que tengan un motivo para preocuparse. También es posible que su médico les confirme que su hijo no corre peligro, mediante un examen físico o con una serie de pruebas exploratorias. Asegúrense de que conocen los siguientes pasos. Deben saber adónde acudir para las pruebas médicas. o cuando decidir fijar una cita con otro especialista.
Los síntomas del cáncer pueden ser muy similares a los de otra enfermedad. y no son los mismos para todos los niños. Recuerden que los síntomas que enumeramos en este artículo no tienen por qué ser signos de un cáncer.
El diagnóstico precoz es importante, especialmente para los tumores sólidos en los que, en la mayoría de casos, el tratamiento puede ser menos intenso y más efectivo si el tumor es más pequeño y no se ha extendido más allá del área primaria de diagnóstico. Es muy importante conocer los síntomas y signos de algunos de los tipos de cáncer infantil más comunes.
CREO QUE NUESTRO HIJO TIENE CÁNCER
PRUEBAS Y PROCEDIMIENTOS PARA DIAGNOSTICAR EL CÁNCER
Para poder confirmar la presencia de células cancerosas, el oncólogo prescribe una serie de pruebas para evaluar su diagnóstico y la salud del niño. Las pruebas también permiten al especialista saber dónde se originó el cáncer y si se ha extendido a otras partes del cuerpo (estadificación).
Las pruebas pueden posponer el inicio del tratamiento unos días, pero es importante disponer de toda la información para administrar el tratamiento adecuado.
El cáncer infantil es diferente al cáncer que sufren los adultos. Las causas comunes del cáncer en los adultos, como el tabaco o las sustancias químicas, no provocan la aparición del cáncer infantil. El cáncer infantil también aparece en diferentes partes del cuerpo. Tiene un aspecto diferente al observarlo con un microscopio y necesita un tratamiento distinto. Las tasas de sobrevida son más elevadas en los niños. La mayoría de casos entran dentro de una categoría, enumerados en el siguiente enlace.
Las causas de la mayoría de casos de cáncer infantil son desconocidas. Casi el 10 % de los casos son provocados por una mutación hereditaria, un tipo de mutación que los padres pasan a sus hijos.
Se cree que el cáncer, igual que en los adultos, suele desarrollarse como causa de una mutación que provoca un crecimiento celular descontrolado que deriva en un cáncer. En los adultos, estas mutaciones reflejan los efectos acumulados del envejecimiento y de la exposición continua a sustancias cancerígenas. Sin embargo, todavía no se han podido identificar los posibles factores medioambientales que podrían provocar el cáncer infantil.
A NUESTRO HIJO LE HAN DIAGNOSTICADO UN CÁNCER
EL EQUIPO DE TRATAMIENTO DE SU HIJO
El equipo encargado del tratamiento de su hijo estará formado por médicos, enfermeras, servicios de salud, personal de apoyo y otras personas. Los miembros del equipo y los servicios disponibles dependerán del hospital.
Dependiendo del tipo de cáncer que tenga su hijo, su doctor lo describirá según su fase, grado, o grupo de riesgo. Encontrarán una explicación de estos sistemas en el enlace más abajo. Son los términos que se suelen usar para describir la gravedad del cáncer y poder planear el tratamiento más adecuado.
Nadie está preparado para escuchar que su hijo tiene una enfermedad grave. Cuando se enteren por primera vez del diagnóstico, se sentirán confusos, bloqueados, incapaces de escuchar o recordar la información sobre el tratamiento o diagnóstico de su hijo. Los padres deben gestionar diferentes tareas cuando su hijo recibe el diagnóstico y las primeras semanas pueden ser agobiantes. Es probable que al principio se pregunten cómo le ha podido suceder a su hijo o cómo van a poder superarlo.
Estos recursos les ayudarán a entender sus emociones y lidiar con ellas durante las primeras semanas del diagnóstico.
Una vez que se confirme el cáncer que tiene su hijo, el oncólogo decidirá el tipo de tratamiento necesario. Existen tres tipos: la quimioterapia (medicación), la radioterapia y la cirugía. No todos los niños necesitan los tres tipos. Su oncólogo les informará del tratamiento que requiere su hijo/a.
Algunos tipos de cáncer infantil se tratan con ensayos médicos. Este artículo ha sido redactado para los jóvenes pacientes de cáncer y sus padres y esperamos que les ayude a entender mejor los ensayos clínicos, además de resolver algunas de sus dudas. Consulten con su doctor o equipo médico todas las dudas y preguntas específicas sobre el tratamiento o sobre la participación en un ensayo clínico.
Hablar con otras personas sobre el cáncer de su hijo puede ser una de las partes más difíciles del diagnóstico. No existen las palabras perfectas para anunciar una noticia tan dura a los hermanos o abuelos. Es posible que les preocupe la reacción del resto de la gente. Además, tener que contárselo a diferentes personas puede ser muy estresante y tedioso. También es posible que no deseen compartir la mayoría de detalles del diagnóstico o del tratamiento. No existe la forma ideal de hablar del cáncer. Las personas a quién decidan hablar y las cosas que les dirán dependerán de su relación con ellos. Estos consejos les podrán ayudar a hablar del cáncer con su entorno.
Es normal que los padres o cuidadores de un paciente tengan miedo o estén angustiados. El cáncer y el tratamiento son un momento muy complicado para los niños y sus cuidadores. Es una de las tareas más duras a las que se tiene que enfrentar un padre. Pero con una buena organización y la ayuda de su familia, parientes y amigos, pueden ayudar a su hijo a llevar mejor el tratamiento.
Estos consejos les ayudarán a entender los cambios, sus emociones y el impacto que el cáncer tiene en el día a día.
Cuidar de un enfermo de cáncer puede ser muy estresante, especialmente si se trata de un niño. El paciente puede experimentar emociones difíciles tras el diagnóstico, efectos secundarios o cambios de humor provocados por el tratamiento. Es muy importante que los cuidadores de los niños con cáncer se ocupen de sí mismos durante esta época. Salir, tomar un café con los amigos y compartir las preocupaciones y miedos con alguien ajeno al tratamiento puede ser muy beneficioso.
En esta sección encontrarán artículos que les ayudarán a cuidar de sí mismos para poder ocuparse mejor de su hijo.
La vida cotidiana de un niño enfermo de cáncer puede ser muy difícil. Los cambios en la rutina diaria, aspecto físico y amistades puede ser complejos de gestionar. En ocasiones se verán superados por la situación, asustados por lo que pueda suceder. Si la familia conoce bien lo que puede suceder, podrá llevar mejor el tratamiento.
No hay una fórmula ideal para gestionar esta situación. Cada familia se adapta como puede. Este artículo contiene más consejos para ajustarse a su nueva realidad durante el tratamiento.
Ahora que han dejado atrás el tratamiento y las medicinas, todos se sentirán un poco preocupados y asustados. Para tranquilizarse pueden hacer una lista de preguntas para su médico, que les darán una idea de todo lo que puede pasar a partir de ahora.
El tratamiento ha tenido éxito y su hijo/a y su familia comienzan una nueva etapa. Pueden sentirse alegres a la vez que nerviosos. Probablemente su pequeño siga curándose, tanto física como mentalmente. Su familia se enfrenta a nuevos retos.
Algunos niños vuelven al colegio y recuperan las rutinas del hogar rápidamente, sin problemas. Pero para otros la transición es más dura y les lleva más tiempo. Los padres y los hermanos también necesitan tiempo para adaptarse. Por ejemplo, los hermanos pueden haberse vuelto más independientes cuando ustedes estaban en el hospital. No duden en hablar de las cosas especiales que cada miembro de la familia haya hecho durante el tratamiento. Así podrán fomentar un tono positivo de fortaleza frente al futuro.
Pueden ayudar a su hijo de diferentes formas. Tengan en cuenta que el cómo y el cuándo son una elección muy personal. Estos consejos pueden ayudarles en esta época tan difícil
Si su hijo tiene un diagnóstico terminal (esperanza de vida igual o menor a 6 meses) y el final de sus días se acerca, quizás pueda recibir cuidados de hospicio. Se trata de un tipo de cuidados médicos, emocionales y espirituales. Los cuidados de hospicio buscan que su hijo viva sus últimos días de la mejor forma, cuando el tratamiento ya no puede controlar la enfermedad. Se centran por lo tanto en cuidar, no en curar. Si la salud de su hijo mejora, los cuidados de hospicio se paran y el tratamiento comienza de nuevo.
¿Y QUÉ PASA AHORA?
¿yahora?
Acaban de conocer el diagnóstico: su hijo tiene cáncer. Su hijo está bajo tratamiento o está finalizándolo. Es una experiencia abrumadora, pero saber lo que puede esperar de esta situación le ayudará a sobrellevarlo.
Este calendario incluye información y consejos para todo el proceso. Contiene diferentes secciones específicas, que podrá consultar cuando sea el momento adecuado.
FEBRERO DE 2019
CREO QUE NUESTRO HIJO TIENE CÁNCER
Es normal preocuparse si su hijo tiene los síntomas de una enfermedad. El cáncer infantil no es una enfermedad común y es poco probable que tenga cáncer.
Pese a ello, suele ser una enfermedad difícil de reconocer claramente, porque los primeros síntomas a menudo son causados por enfermedades o lesiones más comunes. Su hijo puede enfermar, tener bultos o hematomas que oculten los primeros síntomas del cáncer. Consulten las siguientes secciones, que contienen consejos para ayudarles en estos momentos de incertidumbre.
Enterarse de que su hijo tiene cáncer es devastador. Incluso si les habían dicho que barajaban el cáncer como posibilidad, escuchar la confirmación de su médico es un mazazo para ustedes, su hijo y el resto de familiares.
Este material les ayudará a entender mejor la enfermedad y el complicado mundo técnico que van a tener que conocer. También encontrarán información relevante sobre los tratamientos que su hijo pueda necesitar y los profesionales médicos que se ocuparán de él. Estos datos sirven como complemento de cualquier información que hayan recibido de su doctor o equipo médico. Si tienen más dudas o preocupaciones, no duden en consultarlas con el equipo médico de su hijo.
Cuando nos enteramos de que nuestro hijo/a tiene cáncer, todo parece cambiar de golpe. Es probable que sientan que su vida está patas arriba. Una vez se pase el shock inicial, comenzará el proceso de hacer cambios. Quizás deban reorganizar tareas y rutinas cuando empiece el tratamiento. Es probable que tengan muchas preguntas sobre cómo ajustarse a todos los retos nuevos que plantea el cáncer. Esta sección les proporciona información y consejos para entender lo que va a suceder y poder sobrellevar el tratamiento.
La finalización del tratamiento es un gran paso adelante. También es una época que trae nuevos retos.
Muchas familias se sorprenden por la ansiedad que les abruma en este momento tan esperado, sobre todo cuando solo pensaban sentir un gran alivio. En vez de ser un momento en el que la vida vuelve a la normalidad, puede ser una época de ajustes continuos, ya que dejan atrás la seguridad y el apoyo brindados por el equipo médico. Para algunas personas la vuelta a la vida normal tras el tratamiento puede durar más y ser más difícil de lo que imaginaban. Tendrán miedo de que vuelva el cáncer. Su hijo/a puede tener dificultades para adaptarse de nuevo a la rutina. Algunas familias llegan a esta nueva etapa más fuertes y otras más debilitadas.Quizás se pregunten cómo pueden dejar atrás esta experiencia y volver a la normalidad. No hay una fórmula mágica. Cada tratamiento es diferente, igual que lo es la transición a la «nueva normalidad» (un término utilizado a menudo por los sobrevivientes y sus familias). Esta sección incluye consejos e información sobre los cuidados y seguimiento necesarios para los niños después del tratamiento.
A pesar de todos los esfuerzos del equipo médico, es posible que no se pueda curar el cáncer de su hijo. Pero esto no quiere decir que no se pueda tratar. Los niños con cáncer en fases avanzadas a veces viven meses o años. El objetivo pasa de curar la enfermedad a brindar la mejor calidad de vida al paciente, controlando sus síntomas. Un equipo de especialistas les ayudarán con todo su conocimiento para gestionar los síntomas y darles el apoyo práctico y emocional necesario para toda la familia. De esta manera su hijo/a podrá gozar de una gran calidad de vida durante el mayor tiempo posible. Está sección incluye información que ha sido útil para los padres y profesionales, así como sugerencias para ayudar a su hijo y tomar decisiones con respecto a los cuidados terminales.